Un robo tiene lugar en menos de 10 minutos.
Los cuerpos de seguridad tardan un tiempo en responder a la activación de una alarma, entre 2 y 8 minutos, información que es sabida por los ladrones y que son suficientes para cometer un robo. A diferencia de otros dispositivos de seguridad, un generador de niebla elimina la posibilidad de visión de los ladrones en pocos segundos. La densa niebla protege en segundos los bienes, y al negar la capacidad de ver y de desplazarse del ladrón por la instalación, es el elemento disuasorio más eficaz.